sábado, 20 de marzo de 2010

Esta es la Bitácora de su vida El caso de Gordon Bell

Gordon Bell, el ya legendario experto en computadoras de 75 años de edad, se pasea por los alrededores de las oficinas de Microsoft Research en San Franciso con lo que parece ser un pesado collar de color negro. Este contiene una cámara del tamaño de un naipe.

Se llama SenseCam, y toma fotografías cada minuto o cada vez que el cambio de luz le indica que Bell entró a otro lugar. A veces, Bell la coge y toma una que otra fotografía. Una foto más para su enorme base de datos.

Durante los últimos 10 años, Bell, investigador de Microsoft, ha llevado la vida de una rata de laboratorio. Ha estado grabando y almacenando digitalmente cada detalle de su vida. Bell toma fotos y graba sus conversaciones telefónicas. Coloca en un mapa cada paso que da y escanea cualquier documento que valga la pena guardar.

El Tiempo alivia nuestro Sufrimiento.

Hay épocas de tristeza. Épocas de ira. Épocas de tranquilidad. Épocas de esperanza. Pero no se suceden unas a otras de manera alterna. Por lo menos, no para quienes están en crisis.

En la vida de cada persona, los inviernos y las primaveras se mezclan en un conjunto confuso. Un día sentimos que los nubarrones se han despejado, pero al siguiente volvemos a verlos.

Sonreímos en un momento dado, y horas mas tarde nos brotan las lágrimas. Es verdad que, así como podemos dar dos pasos adelante durante la jornada, también podemos dar uno o dos hacia atrás.

Sin embargo, cuando se tiene fe en que llegará la época del deshielo primaveral, los vientos invernales parecen perder su ímpetu.

A decir verdad….

El estado de Arizona ha dado algunos personajes pintorescos; por ejemplo, el doctor Benjamin Baker Moeur, quien renunció al ejercicio de su profesión en la ciudad de Temple para cumplir dos períodos como gobernador en los años treinta.

Se cuenta que en cierta ocasión le dijo a una mujer:
"Señora, cada día está usted más guapa".

Se dice que ella le contestó:
"Gracias, ojalá yo pudiera decir lo mismo de usted".
"Si podría -replicó el gobernador-, si supiera mentir tan bien como yo".

La Esperanza del Pobre: La Buena Suerte

Hace días oía el comentario de un comunicador de un medio que criticaba fuertemente la idiosincracia del mexicano de esperar siempre algún día sacarse la lotería o ganar un premio importante en algún sorteo.

Lo que me llamó la atención es que lo decía con desprecio hacia la esperanza de la gente pobre que su única oportunidad de hacerse rico de la noche a la mañana es por medio de la suerte.

El cura de una parroquia muy pobre predicaba un día sobre el juego de lotería y la ruleta:

Los Pequeños Grandes Detalles

Seguramente les habrá sucedido que -de pronto- algo que necesita, con cierta urgencia, no aparece por ninguna parte, como si se lo hubiese tragado la tierra. Busca por todos lados y en ninguno aparece.

Y después de un tiempo -generalmente cuando desaparece la urgencia- el objeto no encontrado de pronto aparece y casi en nuestras propias narices. Culpamos a nuestra falta de memoria, por no saber donde lo habíamos dejado, pero la verdad todo se debe a nuestra falta de atención para buscar en el lugar adecuado.

El Derecho a ser tratado Dignamente.

La palabra dignidad deriva del latín "dignitas". La dignidad en si es la necesidad emocional que todos tenemos de reconocimiento público por la autoridad, personal, amigos, familiares, círculo social, entre otras, de haber hecho bien las cosas. La dignidad es el valor intrínseco y supremo que tiene cada ser humano, independientemente de su situación económica, social y cultural, así como de sus creencias o formas de pensar.

Seas quien seas y ocupes el nivel social que ocupes, simplemente por ser humano tienes el derecho de ser tratado con la máxima cortesía y amabilidad. Y es tu responsabilidad hacer lo mismo con los demás y comunicarte con ellos bajo la premisa de que son personas dignas, valiosas y capaces.

Viajando con el Corazon Reflexion


"Un anciano peregrino recorría su camino hacia las montañas del Himalaya

en lo más crudo del invierno.

De pronto, se puso a llover.

Un posadero le preguntó: ¿ Cómo has conseguido llegar hasta aquí

con este tiempo de perros, buen hombre?

Y el anciano respondió alegremente: Mi corazón llegó primero,

y al resto de mí le ha sido fácil seguirle".

Anthony De Mello

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