miércoles, 25 de agosto de 2010

El peluquero y el diputado

Hay personas que les gusta decir que nacieron para servir, para con eso conseguir puestos públicos y así vivir del erario. No se cansan de hablar de su natural disposicion al servicio y que su vida depende de eso.

Al final, pocos son los que consiguen equilibrar lo que dicen con lo que hacen y muchos los que acostumbran tener  una doble moral, es decir, se sirven en vez de servir.
Un día, un florista fue al peluquero a cortarse el pelo. Luego del corte pidió la cuenta y el peluquero le contestó:

El saco de carbón


Hay personas que después de alguna discusion, si se ven arrollados por el contrincante, tienen la mala costumbre de injuriarlos a sus espaldas. Sus limitaciones intentan compensarlas hablando mal de quien los humillo.

Nunca consideran que el denostar a alguien conlleva una parte para quien lo hace, pues al no hacerlo de frente queda en evidencia la poca calidad moral de quien lo dice.
Un día, Jaimito entró a su casa gritando muy molesto.

Su padre, lo llamó y Jaimito le explico:
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