lunes, 7 de septiembre de 2009

SAWABONA - Sobre estar sólo- (Flávio Gikovate, médico psicoterapeuta)

No es sólo el avance tecnológico lo que marcó el inicio de este milenio.  Las relaciones afectivas también están pasando por profundas  transformaciones y revolucionando el concepto de amor.

Lo que se busca hoy es una relación compatible con los tiempos modernos, en la que exista individualidad, respeto, alegría y placer por estar juntos, y no una relación de dependencia, en la que uno responsabiliza al otro de su bienestar.

La idea de que una persona sea el remedio para nuestra felicidad, que nació con el romanticismo está llamada a desaparecer en este inicio de siglo. El amor romántico parte de la premisa de que somos una parte y necesitamos encontrar nuestra otra mitad para sentirnos completos.

Muchas veces ocurre hasta un proceso de despersonalización que, históricamente, ha alcanzado más a la mujer. Ella abandona sus características, para amalgamarse al proyecto masculino.

La teoría de la unión entre opuestos también viene de esta raíz: el otro tiene que saber hacer lo que yo no sé.

Si soy manso, ella debe ser agresiva, y así todo lo demás. Una idea práctica de supervivencia, y poco romántica, por más señas.

La palabra de orden de este siglo es asociación. Estamos cambiando el amor de necesidad, por el amor de deseo. Me gusta y deseo la compañía, pero no la necesito, lo que es muy diferente.

Con el avance tecnológico, que exige más tiempo individual, las personas están perdiendo el miedo a estar solas, y aprendiendo a vivir mejor consigo mismas. Ellas están comenzando a darse cuenta que se sienten parte, pero son enteras. El otro, con el cual se establece un vínculo, también se siente una parte, No es el príncipe o salvador de ninguna cosa, es solamente un compañero de viaje.

El hombre es un animal que va cambiando el mundo, y después tiene que irse reciclando para adaptarse al mundo que fabricó.

Estamos entrando en la era de la individualidad, que no tiene nada que ver con el egoísmo. El egoísta no tiene energía propia; él se alimenta de la energía de los demás, sea financiera o moral.

La nueva forma de amor, o de amar, tiene nuevo aspecto y significado. Apunta a la aproximación de dos enteros, y no a la unión de dos mitades. Y ella sólo es posible para aquellos que consiguieron trabajar su individualidad.

Cuanto más fuera el individuo capaz de vivir sólo, más preparado estará para una buena relación afectiva. La soledad es buena, estar sólo no es vergonzoso. Al contrario, da dignidad a la persona. Las buenas relaciones afectivas son óptimas, son muy parecidas con estar sólo, nadie exige nada de nadie y ambos crecen.

Relaciones de dominación y de concesiones exageradas son cosas del siglo pasado. Cada cerebro es único. Nuestro modo de pensar y actuar no sirve de referencia para evaluar a nadie.Muchas veces, pensamos que el otro es nuestra alma gemela y, en verdad, lo que hacemos es inventarlo a nuestro gusto.

Todas las personas deberían estar solas de vez en cuando, para establecer un diálogo interno y descubrir su fuerza personal. En la soledad, el individuo entiende que la armonía y la paz de espíritu sólo se pueden encontrar dentro de uno mismo, y no a partir de los demás. Al percibir esto, él se vuelve menos crítico y más comprensivo con las diferencias, respetando la forma de ser de cada uno.

El amor de dos personas enteras es el bien más saludable. En este tipo de unión, está el abrigo, el placer de la compañía y el respeto por el ser amado. No siempre es suficiente ser perdonado por alguien. Algunas veces hay que aprender a perdonarse a sí mismo...

P.D. Si tienes curiosidad por saber el significado de SAWABONA, es un saludo usado en el sur de Africa y quiere decir: “YO TE RESPETO, YO TE VALORO, Y TÚ ERES IMPORTANTE PARA MÍ”. Como respuesta las personas dicen: SHIKOBA, que es “ENTONCES, YO EXISTO PARA TI”

A los Hombres Maduros


Hay una indescifrable y tentadora belleza en la personalidad de muchos Hombres que hoy están en la edad madura.

Claro, la regla entera tiene sus excepciones, y cada edad tiene el encanto y su propio valor. Sin embargo, con toda la consideración y respeto a las otras edades, destacaré una clase de Hombres aquí, ese tipo de Hombres que son una agradabilísima compañía:

Los cuarentones, cincuentones y de más edad también.

Se nota con una cierta comodidad, la sensibilidad de sus corazones, la devoción que ellos tienen para lo más hermoso: El Sentimentalismo.

Ellos son más inteligentes, vivieron, encantaron...

Ellos saben lo que dicen, y saben hablar a tiempo.

Ellos cautivan, saben hacer regalos sin incomodar.

Ellos saben conquistar una buena amistad.

Por lo que se refiere a las relaciones, ellos cambian la cantidad por la calidad, saben tratar a una mujer con respeto y afecto.

Son Hombres especiales, románticos, interesantes y atractivos por ese encanto que poseen en su forma de ser, de pensar y de vivir.

En la forma de enfrentar la vida, son más poéticos, más sentimentales, más emocionales y más conmovedores.

Los Hombres maduros tienen la confianza en sí mismos más grande en el tratamiento con las mujeres, ellos saben reconocer sus cualidades, son más espirituales, discretos, entendidos y más educados.

Las razones por las que muchos Hombres maduros poseen estas cualidades maravillosas son debidas a varios factores: la opción de ser y de vivir de cada uno, sus personalidades, la propia y familiar formación, sus raíces, sabiduría, los sabores individuales, etc...

Creo que en parte, hay una buena porción influenciada en el modo de vivir de un tiempo... películas, música, sentimientos que dejaron recuerdos buenos de juventud, un tiempo no tan remoto, pero con la certeza de que no vuelve más.

Vivieron la juventud (tiempo que marca la vida de todos nosotros) en uno de los períodos más buenos de nuestro tiempo: Los años 60/70, considerados la “década de oro” de la juventud, cuando el romanticismo fue vívido y se cantó en verso y prosa.

La influencia saludable de un tiempo, provocada por tantos eventos importantes que hoy se quedan en la memoria y cambiaron la vida de muchos.

Un tiempo en que lo mejor de la fiesta era bailar lento y moverse al ritmo suave de las baladas románticas.

La luz de la luna inspirándolos...

Los domingos con sol eran sólo felicidad.

¡Tardes de domingo de juventudes”... cuánta dicha!

Los viejos tiempos, los días “bonitos”.

Ellos eran y todavía son, los Hombres que más supieron enamorar: el noviazgo en el zaguán, el apretón de manos, abrazo suave, con respeto y con amor, los ojos en los ojos tenían más valor...

La moda era amar o sufrir de amor.

Muchos vivieron de amor...

Otros, se murieron de amor...

Estos Hombres maduros de hoy, nunca fueron Hombres para “jugar”.

La juventud pasó, pero dejó “grabado” en ellos, la forma más sublime y romántica de vivir.

Hoy ellos poseen un “equipaje” de conocimiento, experiencias, madurez e inteligencia que fueron aumentando con el pasar de los años.

El tiempo se encargó de distinguirlos de los otros, dejando sus cabellos color de plata, los movimientos mas suaves, la voz más lenta, sin embargo más resonante, hoy ellos son Hombres que marcaron una época.

Tengo la felicidad de tener a algunos de ellos como amigos , y noto estas características a través de sus palabras y gestos.

Muchos de ellos hoy “dominan” con habilidad y destreza estas “máquinas virtuales”, demostrando que ni el progreso de la tecnología les enfrió los sentimientos, porque todavía encantan con los versos, las rimas, la música y las palabras de amor. No redujeron la gran capacidad de amar, sentir y expresar sus sentimientos.

Muchos se hicieron poetas, otros aman la poesía.

Porque lo más importante no es la edad denunciada en los detalles de sus fisonomías y sí los valores de sus personalidades.

Lo importante es notar que sus corazones son jóvenes...

Ellos son los Hombres maduros, y nosotras, las mujeres, tenemos el privilegio de admirarlos.

¡Por favor, restauren lo que había de bueno en ese tiempo!

La juventud hoy necesita saber lo que es el verdadero ROMANTICISMO.


A Los Hombres Maduros, Escrito por: Una Mujer
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