miércoles, 10 de junio de 2009

Para Reflexionar

Paseo en taxi
Esta es una historia que me mandaron por e-mail y la quiero compartir con ustedes....

Algunos años atrás, conducía un taxi para ganarme la vida. Una madrugada, debía pasar a buscar un pasajero en un departamento de un viejo edificio, en un barrio conocido por su peligrosidad. Toqué bocina tres veces y esperé. Normalmente, no me quedo esperando a las 3 de la mañana en un lugar así, pero esa noche lo hice…

Menos de cinco minutos después, salió de la puerta una pequeña mujer de algo más de 80 años, cargando una valija. Me ayuda con el equipaje, preguntó antes de saludarme. Cargué su valija en el baúl de mi coche y luego le ayudé a subir. La anciana me agradeció repetidas veces, con una sonrisa forzada pero amable.

Cuando -ya dentro del automóvil- le pregunté dónde se dirigía, ella me extendió un papel con una dirección e inmediatamente agregó: ¿Le molestaría ir por el centro? No es el camino más corto, le respondí eficientemente. No me preocupa, fue su respuesta. No tengo apuro. Voy camino a internarme en un hogar de ancianos. La miré por el espejo retrovisor y noté por primera vez su rostro apagado, ausente, cansado. No me queda familia, continuó. Y mi estado de salud ya no me permite vivir sola. Me incliné y apagué el contador: ¿Qué calle quiere que tome?

Durante las siguientes tres horas, conduje por toda la ciudad. Ella me mostró el edificio donde trabajó de ascensorista más de 15 años. Recorrimos el vecindario donde vivió con su esposo cuando se casaron. Pasamos frente a una mueblería que solía ser el cine donde iba con sus hermanas mayores. A veces, me pedía que me detuviera frente a alguna construcción en especial y se quedaba mirando, sin decir nada.

Cuando los primeros destellos del sol asomaban por el horizonte, me pidió: Vaya a la dirección que le di. Estoy cansada. Manejé en silencio hasta llegar al hospicio. Dos enfermeras salieron del instituto, apenas detuve el automóvil. Abrí el baúl, saqué la maleta y se la entregué a una de ellas.

La anciana ya estaba sentada en una silla de ruedas. ¿Cuánto le debo?, me preguntó mientras abría su cartera. Nada, le respondí.Pero usted tiene que ganarse la vida!, me espetó. Habrá otros pasajeros, le dije. Casi sin pensarlo, me agaché y le di un abrazo. Ella me sostuvo fuertemente y me dijo: Gracias por darle a esta vieja un momento de felicidad. Subí a mi coche. Detrás de mío, escuché el portón cerrarse. Era el sonido de una vida cerrándose.

No pude llevar a más pasajeros el resto de mi turno. Conduje por la ciudad sin destino, perdido en mis pensamientos, preguntándome: ¿Y si esta mujer se topaba con un taxista malhumorado, o impaciente que se rehusara a "pasearla"? ¿Y si yo hubiese estado apurado, o el miedo me hubiera ganado y me hubiese ido tras tocar bocina un par de veces? Cuando pienso en aquella noche, creo que no hice nada más importante en toda mi vida.

Solemos pensar que nuestras vidas giran en torno a grandes momentos. Pero los grandes momentos muchas veces nos toman por sorpresa, disfrazados de otros que consideramos pequeños, insignificantes.

Los demás quizás no recuerden exactamente qué hiciste, o qué dijiste, pero siempre recordarán cómo les hiciste sentir......


30 útiles pesos en crédito Telcel

Aquí les traigo un escrito muy interesante para que no caigan en las trampas de los come-saldos de celulares, hay que tomas precauciones!


Posted: 10 Jun 2009 09:00 AM PDT en HCHF

El día de ayer llegue a la casa de mi madre y para no hacérselas tan larga (el que la quiera mas larga pues que se la opere jaja) mi hermano menor, de 11 años me pidió mi celular prestado para, según el, ponerle unas canciones que me había descargado.

Después de un rato de haberle dado mi teléfono se lo pido de regreso y está en un rincón del cuarto con una mirada de perdóname. Yo le pregunté (algo molesta)que si había descompuesto mi celular o que porque no me lo entregaba… fue ahi cuando, no sin lágrimas en los ojos el pobre, me dijo que había encontrado un truco para duplicar el saldo de los celulares TELCEL.

Le dije que me explicara que había pasado y me comenta que estaba revisando su METROFLOG cuando dió con la página de una persona (léase chamac@ que no tiene nada que hacer) que decía que tenía un truco seguro para duplicar el saldo de los teléfonos TELCEL que consistía en enviar un mensaje al número de “promociones” 7373. El mensaje era el siguiente:

4921065435 30 si querías “DUPLICAR” 30 pesos, 4921065435 50 si querías duplicar 50 pesos y 4921065453 100 si querías duplicar 100 pesos.

Me explicó que le decían que para poder duplicar el saldo deberías tener al menos esa cantidad en crédito para que la empresa TELCEL supiera que eras usuario que constantemente abona saldo a su teléfono y al enviar el mensaje te llegaría un mensaje donde se confirmaba que tu saldo había sido duplicado. Además, el pobre, me dijo que en el Metro decía que no deberías hacer ese “%&$?”$&% TRUCO” mas de dos veces al día para que no se fueran a dar cuenta en la empresa y cancelaran ese “beneficio”.

Mi primera reacción después de que mi hermano me explicó todo fué revisar el celular y el mensaje que recibió decía: El número 4921065435 ha recibido 30 pesos. No. Folio 898892, Gracias por utilizar el servicio de Pasa-Tiempo Amigo…. HAZME EL CHINGADO FAVOR a la cuarta potencia!!!

Me chingaron los treinta míseros pesos que tenía y quien sabe en manos de que %&”?& fueron a parar. Seguramente los utilizarán para extorsionar a alguien o para hacer una llamada pidiendo un rescate por alguien secuestrado. Las personas con hijos, hermanos, sobrinos, nietos, etc. pequeños con acceso a internet debemos explicarles que las cosas que encuentran navegando no siempre son ciertas. Mi hermano desconocía el número de pasatiempo porque tiene un número MOVISTAR y, seguramente, como muchos más cayó.

Les escribo esto porque es conveniente hablarles a los niños de estas cosas, para ellos es fácil porque no conocen los peligros a los que pueden estar expuestos al dar sus datos en la red. Y pues esta es la triste historia de como perdí 30 útiles pesos en crédito que me servirían para toda una semana… ni modos. Para los que se pregunten que pasó con mi hermanito pues si… sí le dí un chingazo.

Cortesía de LA RO
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