domingo, 21 de marzo de 2010

Los Parientes del Matrimonio


Algo muy notable del matrimonio, y que rara vez se hace notar, es que vuelve parientes a los extraños.

Une reinos, resuelve conflictos bélicos, relaciona culturas y tiende lazos imposibles de tender de otro modo.

Cuando pienso en las personas tan diversas que se han vuelto importantes para mí porque se han casado con algún pariente mío, las diferencias de educación y de cultura parecen insignificantes.

Estas personas tienen ciertos derechos sobre mis bienes, y yo sobre los de ellas. Y no por algún merito especial, sino porque se trata de la familia.

No es verdad, como algunos insisten, que “un papel no cuenta”. Si cuenta, y mucho. Basta pensar de qué manera tan diferente reaccionaríamos si el novio de nuestra hija nos pidiera ayuda, y si nos la pidiera un yerno.

El matrimonio importa, y mas importa el hecho de que estamos olvidando cuanto importa.

El Matrimonio y la Union Libre


La unión libre ha cobrado cierta legitimidad en los últimos años. Ya son menos las cejas que se arquean ante el hecho, y las que se arquean lo hacen levemente.

Tal vez se considere más romántico creer en el lazo del corazón que en el de la ley. Pero el acto mas romántico de todos está en casarse a sabiendas de las vicisitudes que entraña el matrimonio.

Aunque el matrimonio no es garantía de permanecer juntos, por lo menos indica que la pareja se propone hacerlo.

Cuando los amantes se limitan a cohabitar, están con un pie fuera de casa, y ese pie no suele apuntar hacia la iglesia.

La unión libre no promete nada y, en efecto, no da nada.

El Vaso y la Disciplina

Mi Padre me enseño que solo mediante la disciplina puedes lograr la libertad.

Vierte agua en un vaso, y podrás beber.

Sin el vaso, el agua salpicará por todas partes.

El vaso es la disciplina

Olvidando las Desaventuras

Cuando hablas de tus problemas, de tus achaques y enfermedades, de tus agravios, prolongas la vida de lo que te hace desdichado.

Hablar de tus desaventuras solo añade más desaventuras en tu vida.

Da valor únicamente a tus deseos. Piensa y habla solo de lo bueno que añade gozo a tu trabajo y a tu vida.

Si no hablas de tus desaventuras, pronto tendrás la dicha de ver que estas han desaparecido.

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