martes, 12 de enero de 2010

Recuerdos de Lluvia


No se porque algunos de los que pronostican el clima mencionan que habrá mal tiempo pues se avecina una tormenta, que no entienden que el agua es salud?

Me gusta la lluvia, que llueva a cantaros, y si me puedo mojar, mejor; no me importa que me empape, que piensen que estoy loco cuando corro bajo la lluvia, siento como que me limpia algo dentro de mi.

En estos momentos, esta cayendo una pertinaz lluvia y viene a mi memoria un escrito de mis favoritos:



         Recuerdos de Lluvia


 Había pasado todo el día con su mamá, en un gran almacén. Esa bella pelirroja, con cara pecosa, clara imagen de la inocencia, no debe de haber tenido más de 6 años.
Cuando se disponían a abandonar el almacén, llovía a cántaros. Aquella clase de lluvia que, cuando cae tan fuerte desde las nubes, no logras distinguir la distancia entre una gota y otra... ni siquiera las ves golpear el suelo. 

Todos nos quedamos frente a la puerta, resguardados de la lluvia. Esperábamos, algunos con paciencia, y otros irritados porque la naturaleza les estaba estropeando su prisa rutinaria.

Siempre me ha encantado la lluvia. Me pierdo ante la vista de los cielos, lavando la suciedad y el polvo de este mundo. Al mismo tiempo, los recuerdos de mi infancia, corriendo bajo la lluvia, son bienvenidos a mi mente como una forma de aliviar todas mis preocupaciones.

La voz de esta chiquita era muy dulce, y rompió mi trance hipnótico con su inocente frase, "Mamá, corramos a través de la lluvia. Mamá, corramos a través de la lluvia. "Sí, mamá, corramos a través de la lluvia". "No, mi amor. Esperemos a que baje la lluvia", contestó la mamá pacientemente.

La niña esperó otro minuto, y repitió, "Mamá, corramos a través de la lluvia".

Y la mamá le dijo, Pero si lo hacemos, nos empaparemos .

"No, mamá, no nos mojaremos. Eso no fue lo que le dijiste esta mañana a papá", fue la respuesta de la niña, mientras hablaba colgada del brazo de su madre. "¿Esta mañana? ¿Cuándo dije que podemos correr a través de la lluvia, y no mojarnos?"

"¿Ya no lo recuerdas? Cuando hablabas con papá acerca de su cáncer, le dijiste que si Dios nos hace pasar a través de esto, puede hacernos pasar a través de cualquier cosa".

Todos nos quedamos en absoluto silencio. Juro que no se escuchaba más que la lluvia. Todos nos quedamos parados, silenciosamente. Nadie entró ni salió del almacén en los siguientes minutos. La mamá se detuvo a pensar por un momento acerca de lo que debería responder. Este era un momento crucial en la vida de esta joven criatura, un momento en el que la inocencia y la confianza podían ser motivadas, de manera que algún día florecieran en una inquebrantable fe.

"Amor, tienes toda la razón. Corramos a través de la lluvia. Y si Dios permite que nos empapemos, puede ser que él sepa que necesitamos una lavadita". Y salieron corriendo.

Todos nos quedamos viéndolas, riéndonos mientras corrían por el estacionamiento, pisando todos los charcos. Por supuesto que se empaparon, pero no fueron las únicas.

Los siguieron unos cuantos que reían como niños mientras corrían hacia sus carros. Sí, es cierto, yo también corrí. Y sí, también me empapé... seguro Dios pensó que necesitaba una lavadita.
Hay situaciones o personas que nos pueden quitar nuestras posesiones materiales, nuestro dinero y hasta nuestra salud. Pero nada ni nadie puede quitarnos nuestros recuerdos.



Es bonito y agradable recordar, tomarse el tiempo y la oportunidad de llenarse de recuerdos agradables cada día. También, de vez en cuando, tomarse el tiempo para correr a través de la lluvia. Tomarse el tiempo para vivir!


Dios es justo, nunca lo olvides, y a veces quiere que te des una "empapadita", pero jamás te dejará sólo bajo la lluvia. Y si te ha permitido pasar por tormentas en tu vida, considera que también esta pasará, igual que la otra y la que sigue. Y después de cada una de ellas, verás siempre su amor y mensaje en cada arco iris.

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