martes, 4 de mayo de 2010

Nunca es Demasiado Tarde por Norman Vincent Peale

Hay una frase decepcionadora que esta en labios de mucha gente: “¡Ya es demasiado tarde!”. El hombre que abandona los estudios de secundaria se lamenta de su humilde empleo, desearía volver a la escuela y terminar su instrucción, pero le parece que “Ya es demasiado tarde”. El esposo infiel quisiera salvar su matrimonio, pero “ya es demasiado tarde”. Una oficinista, despedida por ser alcohólica, desearía vencer su adicción y volver a empezar, pero “ya es demasiado tarde”.

Son pocas familias en las que no hay relaciones rotas. Al principio, las personas distanciadas no están de humor para reconciliaciones, y cuando ya ha transcurrido algún tiempo, consideran extemporáneo ofrecer disculpas o tratar de limar asperezas.

Discutiendo con la pared

El trabajo de un árbitro (en el futbol soccer o americano), referee (en el box), umpire (en el béisbol) debe ser difícil, pues -por lo general- para decidir o marcar alguna jugada, tienen uno o dos segundos para hacerlo.

Algunos de estos deportes ya incorporaron la tecnología, como la repetición en video a cámara lenta, para ayudar a esos pobres personajes a tomar la mejor decisión.

Pero esta es una opción que el equipo “afectado” podría solicitar (bajo ciertas reglas) para que la jugada en cuestión sea revisada -en cámara lenta y desde diversos ángulos- para evidenciar si se estuvo en lo correcto o no al marcar una jugada.

El Jardin del Rey un cuento de Jorge Bucay



Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles,
arbustos y flores se estaban muriendo.

El roble le dijo que se moría
porque no podía ser tan alto como el pino.
Volviéndose al pino, lo halló caído
porque no podía dar uvas como la vid.
Y la vid se moría porque no podía florecer como la rosa.
La rosa lloraba porque no podía ser alta y sólida como el roble.
Related Posts with Thumbnails