martes, 25 de mayo de 2010

El Mejor Maestro por Betty White

En Los Angeles, California, se impartía un curso de equitación con fines terapéuticos, llamado "Avante, a caballo".

Cierta vez asistí a una exhibición en la que tomaron parte niños de diversas edades, cuyos impedimentos físicos eran de varios tipos.

El mas pequeño, que llevaba aparatos ortopédicos en las piernas, montó un enorme caballo, mientras un joven voluntario caminaba a su lado.

Carta de un Padre a su Hijo Invierno de 1988

Querido Hijo:

Durante el tiempo que vivas en esta casa, seguirás las reglas. Cuando tengas tu propia casa, podrás hacer tus propias reglas.

En esta casa no tenemos democracia. No hice campaña para ser tu padre. Tu no votaste por mi. Somos padre e hijo por la gracia de Dios. Y acepto este privilegio y gran responsabilidad. Aceptándolo tengo la obligación de ejecutar el papel de padre.

No soy tu cuate. Nuestras edades son muy diferentes. Podemos compartir muchas cosas, pero no somos compañeros. Soy tu padre. Esto es cien veces mas que lo que es un compañero.

También soy tu amigo, pero estamos completamente en diferentes terrenos. En esta casa harás lo que yo diga, no me puedes alegar porque lo que te pido que hagas, es motivado por amor.

Esto te será difícil de entender hasta que tengas un hijo propio. Hasta entonces, confía en mí.

                                                                                                                 Tu padre.
                                                                                                               Invierno/88

Esta carta me la encontré en un libro que no abría desde hace mas de 20 años, el autor? no se quien sea, pero caray, como han cambiado las cosas..... no creen?

Siempre sera mejor leer que escuchar


Hay una gran diferencia
entre escuchar algo en la radio o en la televisión
y leerlo en letra impresa.

El Miedo

¿Cómo reaccionas ante las dificultades de la vida? Posiblemente sea la reacción del miedo, la experiencia mas común de los humanos ante el “mar encrespado” de las dificultades. Suele ser espontáneo y casi inevitable. El peligro asusta y acobarda.

Ante cualquier peligro sentimos como si se abriera la tierra debajo de los pies. Con su llegada nos abate la desesperanza y nos abandonan las fuerzas para seguir.

Es normal que el miedo este presente en cualquiera de nosotros. Pero, no hay peor camino para equivocarse que el que juzga y construye desde el miedo. Si el pánico paraliza el cuerpo del que lo sufre, paraliza también su inteligencia.

Lo que dejamos de expresar



Los pensamientos que no expresamos
se nos coagulan en el corazón.

Una idea es un ave rara que no es posible ver.

Lo que vemos es solo el temblor de la rama
que acaba de abandonar.

Los Hijos y la Antorcha PPS Reflexion

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