miércoles, 25 de agosto de 2010

El peluquero y el diputado

Hay personas que les gusta decir que nacieron para servir, para con eso conseguir puestos públicos y así vivir del erario. No se cansan de hablar de su natural disposicion al servicio y que su vida depende de eso.

Al final, pocos son los que consiguen equilibrar lo que dicen con lo que hacen y muchos los que acostumbran tener  una doble moral, es decir, se sirven en vez de servir.
Un día, un florista fue al peluquero a cortarse el pelo. Luego del corte pidió la cuenta y el peluquero le contestó:

- No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario.

El florista quedó agradecido y dejó el negocio.

Cuando el peluquero fue a abrir el negocio, a la mañana siguiente, había una nota de agradecimiento y una docena de rosas en la puerta.

Luego entró un policía para cortarse el pelo, y cuando fue a pagar, el peluquero respondió:

- No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario.

El policía se puso contento y se fue.

A la mañana siguiente cuando el peluquero volvió, había una nota de agradecimiento y una docena de donas esperándolo en la puerta.

Más tarde, un profesor fue a cortarse el pelo y en el momento de pagar, el hombre otra vez respondió:

- No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario.

El profesor con mucha alegría se fue.

A la mañana siguiente, cuando el peluquero abrió, había una nota de agradecimiento y una docena de diferentes libros, tales como "Cómo mejorar sus negocios" y "Cómo volverse exitoso".

Entonces un diputado fue acortarse el pelo y cuando fue a pagar el peluquero nuevamente dijo:

- No puedo aceptar dinero. Esta semana estoy haciendo un servicio comunitario.

El diputado contento se alejó.

Al día siguiente cuando el peluquero fue a abrir el local, había una docena de diputados haciendo cola para cortarse el pelo gratis.
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