en lo más crudo del invierno.
De pronto, se puso a llover.
Un posadero le preguntó: ¿ Cómo has conseguido llegar hasta aquí
con este tiempo de perros, buen hombre?
Y el anciano respondió alegremente: Mi corazón llegó primero,
y al resto de mí le ha sido fácil seguirle".
Anthony De Mello