El miedo a desenvolverse en público es el problema psicológico mas común. Así lo indican los resultados de las “Encuestas Sobre Timidez” de la universidad de Stanford en Calif. que dirigió Philip Zimbardo, profesor de psicología social. Por ejemplo: en reuniones con desconocidos, tres cuartas partes de los adultos confesaron sentir cierta angustia
¿Cómo puede evitarse el nerviosismo cuando se trata de alternar con otras personas? Preparándose para ello. Es imprescindible tomar providencias para enfrentarse a cualquier situación que exija roce social.
Dicho en otras palabras: Prepárese de antemano a conciencia, ya sea que vaya a pronunciar un discurso, a pedir un aumento de sueldo o a asistir a importante celebración. Las conferencias mas pulidas, dictadas con fluidez y aparente espontaneidad, son producto de horas de trabajo. Las palabras memorables y las frases conmovedoras que pasan a la historia no surgen en arranques de inspiración de último minuto.
Si va usted a exponer un tema, de cualquier índole, apréstese con toda la antelación posible. Richard Marius, historiador de la universidad de Harvard, afirma: “Al cultivar el arte de escribir se sostiene una especie de lucha libre con el pensamiento”. Inicie temprano el combate; dos días de preparación no bastarán para subir al cuadrilátero con una idea triunfadora.
A continuación se comentan algunas sugerencias para aniquilar el nerviosismo y de paso causar una excelente impresión:
Ordene sus pensamientos: Para comunicarse adecuadamente, primero hay que ordenar los pensamientos, dirigirlos hacia un solo propósito y valerse de ellos para persuadir, instruir, descubrir, seducir o conseguir lo que se desea.
Eduque el tono de su voz: Así como medita su exposición, usted mismo debe ponerse en las mejores condiciones y cuidar, especialmente, su voz. Un tono agudo, nasal, resulta tan molesto como el rechinido de la tiza en un pizarrón. Dándole energía y resonancia a la voz se logra un efecto muy positivo. Si expresa con ella timidez o nerviosismo, usted lo nota, el publico también, y todos acabarán sintiéndose incómodos. En cambio, el orador de voz enérgica y entusiasta se echa al bolsillo al auditorio.
Adopte una actitud positiva: Al igual que la voz la actitud es un instrumento de comunicación. Por ejemplo, un expositor vivaz suscita la animación de sus interlocutores pues les transmite este mensaje: “Me alegro de estar aquí con ustedes”.
Condúzcase gentilmente: La manera de presentarse ante un entrevistador, un patrón o un auditorio puede ser un arma poderosa para disipar toda hostilidad. Conducirse con gentileza expresa una buena disposición, atrae la benevolencia y facilita que la intervención dé frutos.
Prepárese para lo peor: Pero no hay que presuponer que el interlocutor, el patrón o el publico se mostraran comprensivos; mas vale ir preparados para un interrogatorio implacable. Piense de antemano en las diez preguntas más difíciles que pueden hacerle, y -claro- en las respuestas.
Conserve siempre la calma: Recuerde, cuando le hagan una pregunta agresiva, nunca reaccione con hostilidad. Si lo hace, perderá. Mientras su atacante esté hablando adopte una actitud optimista y prepara sus respuestas oportunas. En el instante en que su oponente concluya de formular preguntas, empiece a contestar: primer punto, segundo punto…. ¡Y ya está la conclusión!
Escuche con atención: También la forma de escuchar resulta importante. Muestre interés, mirando a su interlocutor a los ojos. Si está sentado cerca de usted, vuélvase ligeramente para quedar de frente a él. Anime su rostro con una expresión de aprobación, con ello dirá: “Tiene usted razón. ¡Que interesante, eso que esta planteando!”
Transmítase confianza a sí mismo: También puede usted adaptar su disposición interna para prevenir el nerviosismo. Lo que se diga a usted mismo se convertirá en un mensaje que su público interpretara. Si se repite a sí mismo que tiene miedo, sus interlocutores lo captaran. Por eso elija el estado anímico que desee proyectar. Esta adaptación constituye una coraza contra el nerviosismo. Si sus pensamientos son positivos irradiará alegría, confianza, entusiasmo, sinceridad, interés y autoridad.
Preparándose para estas situaciones dominará su nerviosismo en un 50 %. La otra mitad depende del equilibrio físico y mental, de una adaptación de su actitud para adquirir confianza y ejercer control sobre sí mismo y sobre su público.
Usted posee la capacidad de convertirse en un comunicador enérgico, persuasivo, dueño de si. Aplique estas técnicas para pedir un aumento de sueldo, para cerrar una venta, enfrentarse a una crisis familiar, sentirse a sus anchas en eventos sociales y de negocios.
Domine los sencillos principios que hemos expresado aquí y jamás volverá a ponerse nerviosos en publico.