Tolerancia es cuando uno tiene la capacidad de aceptar a otras personas que no piensan de la misma manera o que tienen otros valores o reglas para su accionar en la vida. Se trata básicamente de respetar los pensamientos, ideas y comportamientos de los demás.
No hay que confundir tolerancia con indiferencia, para poder tolerar se debe conocer a la otra persona y a través de esta comprensión se logra el respeto. La intolerancia se suele dar básicamente por un desconocimiento de la causa o el miedo a la misma, generalmente la intolerancia nace en el ser humano en las primeras etapas de la vida.
Queda en evidencia el hecho de que una persona sea tolerante cuando esta frente a una situación en la cual tiene la capacidad o el poder para no permitirla y sin embargo no actúa de esa manera, no la interrumpe sino por el contrario permite que esta continúe actuando.
La tolerancia es considerada una virtud ya que de esta manera se logran evitar los conflictos.
Se debe ser tolerante cuando la situación, a la cual nos enfrentamos, pueda generar un conflicto mayor.
Sin embargo también se reconoce que frente a determinadas situaciones el hecho de ser tolerante se vuelve muy difícil, ya que el hecho de defender un ideal, una doctrina, un dogma o una costumbre hace muy difícil entender que alguien no este de acuerdo o que no la cumpla.
