Hay ocasiones en que la razón y el dialogo no son suficientes para llegar a un punto intermedio en una negociación y de esa forma evitar situaciones extremas y esto, por lo general, se debe a que los que tienen “El Poder” persiguen otros intereses.
Desde tiempos inmemorables el poderoso siempre impone su razón, y si, en ocasiones, acepta el dialogo, esto es tan solo con el fin de conocer las armas del contrincante y saber hasta donde puede llegar, lo cual, dígase de paso, siempre lo tendrá controlado.
También hay veces en que acepta sentarse a la mesa del dialogo con la finalidad de demostrar su apertura a llegar a acuerdos antes de iniciar lo que el quiere hacer, quedando esa acción tan solo como un “baño de pueblo”.
Por lo general las soluciones, o propuestas, de “El Poderoso” acarrean daños colaterales donde siempre, casualmente, los afectados o sacrificados son los débiles.
Entre los argumentos que presenta para justificar esos “sacrificios” sobresale el de que lo que importa es el beneficio de las mayorías; y, ante estas circunstancias al débil no le queda, para luchar, más que una sola arma y esta es: su propia vida.
Si para el poderoso la vida del débil la considera sacrificable en aras de conseguir sus objetivos particulares, el débil la revalora al optar pelear por su causa, sin importar si al final se gana o se pierde, sin importar sacrificar su propia vida, algo que el poderoso nunca haría.
El video que les traigo a continuación, es una clara muestra de lo que estamos comentando: El Arma del Mas Débil.
Desde tiempos inmemorables el poderoso siempre impone su razón, y si, en ocasiones, acepta el dialogo, esto es tan solo con el fin de conocer las armas del contrincante y saber hasta donde puede llegar, lo cual, dígase de paso, siempre lo tendrá controlado.
También hay veces en que acepta sentarse a la mesa del dialogo con la finalidad de demostrar su apertura a llegar a acuerdos antes de iniciar lo que el quiere hacer, quedando esa acción tan solo como un “baño de pueblo”.
Por lo general las soluciones, o propuestas, de “El Poderoso” acarrean daños colaterales donde siempre, casualmente, los afectados o sacrificados son los débiles.
Entre los argumentos que presenta para justificar esos “sacrificios” sobresale el de que lo que importa es el beneficio de las mayorías; y, ante estas circunstancias al débil no le queda, para luchar, más que una sola arma y esta es: su propia vida.
Si para el poderoso la vida del débil la considera sacrificable en aras de conseguir sus objetivos particulares, el débil la revalora al optar pelear por su causa, sin importar si al final se gana o se pierde, sin importar sacrificar su propia vida, algo que el poderoso nunca haría.
El video que les traigo a continuación, es una clara muestra de lo que estamos comentando: El Arma del Mas Débil.