lunes, 31 de agosto de 2009

El Abuelo era Viejo tema para reflexionar



Pocas son las ocasiones que tenemos para devolverle a nuestros padres todo lo que nos dieron y nos enseñaron para llegar a donde estamos y una de las mejores formas de hacerlo es, y debe ser, el que los cuidemos durante su vejez como ellos lo hicieron cuando éramos pequeños.

No se si sea por cuestiones de la vida o porque el destino así lo marca pero el caso es que las mismas limitaciones que teníamos de niños las padecemos de viejos.

Esas limitaciones de la niñez al envejecer se le llaman incontinencias, y lo que antes causaba gracia ahora es una vergüenza.

El no saber comprender a las personas de la tercera edad es no tener memoria, es no pensar que tarde que temprano vamos a estar en la misma situación y la ley de la vida dice que “como tratas serás tratado”.

Un escrito que me encontré entre mis papeles describe, en pocas palabras, lo que les comento:

El Abuelo era Viejo

El abuelo se había hecho muy viejo. En una ocasión cuando su hijo y su nuera le servían la cena, al abuelo se le cayó el plato y se hizo añicos en el suelo.

La nuera comenzó a quejarse de la torpeza de su suegro, diciendo que lo rompía todo, y que a partir de aquel día le darían de comer en una palangana de plástico. El anciano suspiraba asustado, sin atreverse a decir nada.

Un rato después, vieron al hijo pequeño manipulando en el armario. Movido por la curiosidad, su padre le preguntó: "¿Qué haces, hijo?" El chico, sin levantar la cabeza, repuso: "Estoy preparando una palangana para daros de comer a mamá y a ti cuando seáis viejos."

El marido y su esposa se miraron y se sintieron tan avergonzados que empezaron a llorar. Pidieron perdón al abuelo y a su hijo, y las cosas cambiaron radicalmente a partir de aquel día. Su hijo pequeño les había dado una severa lección de sensibilidad y de buen corazón.
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