Hay personas que carecen de civismo o si lo tienen lo encierran entre su ego y su arrogancia, pisoteando de esta manera los derechos de los demas, sintiendose superiores y con derecho a todo.
En una subasta a la que yo asistia, 
un hombre se acerco al subastador 
y le pidio que llamara al dueño de 
un convertible blanco para que saliera 
a mover su auto, que estaba obstruyendo 
la entrada. 
Al ver que nadie respondia despues de repetir 
el aviso, el subastador dijo en voz baja, pero 
de manera que se oyera por el microfono: 
"Bueno, ¿le pego usted muy fuerte?" 
Entonces, una mujer gritó "¡Es mi auto!".

