"No lo soporto, todo me lo critica! Quisiera no verlo más...." Cuantas veces hemos pronunciado estas palabras cuando nos vemos acosados por las criticas de alguna persona? Casi puedo asegurar que mas de una.
Hay personas que ante las criticas de otros acostumbran salir con comentarios para desacreditar a quien se las hace, otros hacen oídos sordos y fingen no saber de que se trata.
Sin embargo, hay gente -tal vez muy poca- que toma todas las criticas como oportunidades para crecer, haciendo que lo que se dice de ellas les indique el camino a seguir para mejorar.
A continuación un cuento de Paulo Coelho:
Isaac muere
Cierto rabino era adorado por su comunidad, todos se quedaban encantados con lo que decía.
Menos Isaac, que no perdía oportunidad de contradecir las interpretaciones del rabino, señalar los fallos en sus enseñanzas. A los demás les indignaba esta actitud, pero no podían hacer nada.
Un día Isaac se murió. Durante el entierro, la comunidad notó que el rabino estaba profundamente triste.
¿Por qué tanta tristeza? - comentó alguien. - ¡Él vivía señalando defectos en todo lo que usted decía!
- No me lamento por mi amigo que hoy está en el cielo - respondió el rabino. - Me lamento por mí mismo. Mientras que todos me reverenciaban, él me desafiaba y yo estaba obligado a mejorar. Ahora que ya se fue, tengo miedo de parar de crecer.