Una de las formas mas sencillas de lograr comunicar el mensaje que deseamos transmitir sin herir a las personas es, antes que nada, ponernos en el lugar de la otra persona.
Esto se logra utilizando lo que se llama la formula empírica.
La formula empírica puede ser de gran utilidad cuando tienes interés especial en no ofender, en mostrar sensibilidad o una verdadera preocupación al enviar el mensaje.
La empatía tiene dos componentes principales, el reconocimiento, de lo que la otra persona siente, lo que piensa, cree, o la situación por la que atraviesa, y la apertura, de lo que a uno le ocurre, lo que piensa, necesita, desea o le inquieta.
Podemos expresar lo que deseamos con suavidad y sensibilidad y, al mismo tiempo, con la firmeza requerida.
Reconocer no es estar de acuerdo y ser sensible no quiere decir minimizar nuestras necesidades.
Ejemplos de frases empíricas:
-Me doy cuenta de…..
-Yo se que a ti…. Aunque me gustaría que…..
-Entiendo que tu…
-Sé que estás muy preocupado por las últimas noticias aunque debo insistir en que por ahora no hay nada definitivo.
-Me doy cuenta de lo abrumado que estas aunque no puedo dejar pasar este momento para resolver el problema.
-Entiendo que tu intentas ayudarme a resolver mis problemas pero en esta ocasión creo que yo debo tomar la decisión.
No es conveniente utilizar la familiar frase: “Te entiendo pero…..”, o “sin embargo….”, pues con ellas ponemos mas énfasis en lo que uno desea que en comprender a la otra persona. Tampoco es recomendable alargar demasiado la primera parte de la frase, exagerando con las explicaciones.
En resumen: domina la Empatía, es decir, la actitud sincera y la habilidad para transmitir mensajes,
