No basta existir. No basta afirmar: 
“Yo gano lo suficiente 
para sostener a mi familia. 
Hago bien mi trabajo. 
Soy un buen padre y un buen esposo, 
y no falto a mis deberes religiosos”.
Todo eso es muy loable, 
pero es necesario hacer algo más. 
Siempre hay que procurar 
hacer algún bien, en alguna parte. 
Todo hombre debe buscar a su modo 
la forma de realizar su verdadero potencial. 
Debemos dar 
parte de nuestro tiempo a nuestros semejantes.
 Aun si es poca cosa, 
es preciso hacer algo por aquellos 
que necesitan ayuda, 
algo por lo cual no obtengamos beneficio alguno, 
salvo el privilegio de hacerlo. 
Recordemos que no vivimos en un mundo solo nuestro. 
También nuestros hermanos están aquí.

