"¡Anoche no pegué los ojos!", "¡Se me fue el sueño!", "¡Deberia de conseguir un trabajo de velador!"
Estas frases es común oirlas de personas a las que se les dificulta conciliar el sueño. Algunos especialistas lo atribuyen al estrés, otros a que en ocasiones les ganan las preocupaciones, y algunos a excesos de alcohol, tabaco o comidas muy condimentadas o abundantes. Pero la verdad, y en resumen, es que no se durmió lo suficiente.
Hay quienes recomiendan fármacos para solucionar el problema pero el inconveniente es que -ademas de causar hábito- después es necesario tomar otro para despertarse.
Lo recomendable es recurrir a soluciones naturales -que las hay y muchas. A continuación algunas de ellas:
Té de Hierbabuena: Colocar una ramita de hierbabuena en una taza de agua hirviendo. Apagar el fuego y dejar entibiar bien tapado. Tomar media hora antes de acostarse.
Té de lechuga: En 1 taza de agua hervir 3 hojas de lechuga, tapar y dejar reposar hasta que se enfríe. (Tomar 1 vaso de este té, antes de acostarse).
Té de albahaca: En una taza de leche hervir 3 o 5 hojas grandes de albahaca. Se cuela o se retiran las hojas y se endulzan con miel. Es preferible tomárselo tibio sus resultados son más efectivos. Tomar media hora antes de acostarse.
Té de girasol o maravilla: En un litro de agua hervir 25 gr. de semillas de girasol. Dejar enfriar. Endulzar con miel. Este té es más recomendable para aplacar las tensiones del día y dormir bien. Tomar media hora de acostarse. Tomar una taza tibia.
Fuente Original: En Plenitud