Al respecto, los expertos en conducta humana aconsejan reprimir las reacciones destructivas y ayudar a nuestros críticos mismos.
Enseguida indicaremos como lograrlo:
1.- Guarde silencio y escuche. Controle sus emociones y procure captar lo que el critico en realidad le esta comunicando.
2.- Pida más información, si la necesita. Una buena manera de empezar es preguntando: “¿Puedes ser mas concreto?”.
3.- Pregunte cual es la solución o solicite ayuda para encontrarla. “Específicamente, ¿Qué deseas que haga?”, es una pregunta que con frecuencia limpia la atmosfera.
Cuando la crítica resulta valida se tienen tres opciones:
-La aceptación inmediata. “Tienes razón. Entiendo tu punto de vista. No se repetirá”.
-La respuesta diferida. El crítico ha iniciado la confrontación, lo cual le da cierta ventaja. Sin embargo, rara vez es preciso que usted dé una respuesta inmediata. “Dame tiempo para pensar en lo que acabas de decirme, Volveremos a hablar de esto mañana temprano”. Por ejemplo es una respuesta razonable, que le da a usted cierto control de la situación.
-El disentimiento. Si no esta de acuerdo, dé una respuesta diplomática: “Comprendo tu punto de vista, pero, indudablemente, no estoy de acuerdo contigo”. También puede delimitar el punto disidente, aceptando parte de la crítica. Si su pareja le dice: “Hoy llegaste tarde. ¡Siempre llegas tarde!”, puede aceptar la primera afirmación, por ser verdad, mas no la segunda, que es falsa. Comúnmente, este tipo de respuesta ayuda a ambas partes a precisar mejor la critica.
A veces, para defenderse, se requiere que uno mismo cierre el papel del crítico.
