Para ello, los expertos, suelen sugerir algunos pasos a seguir para hacer de nuestras criticas algo que le sea de utilidad a la persona criticada:
No lo haga en público. La regla principal para criticar consiste en no hacerlo jamás en público, hay que hacerlo en privado, brinde a la persona de salvar su dignidad, y criticar solo cuando su opinión resulte más oportuna.
No permita que se acumulen resentimientos. Como se suele tardar mucho en hacer acopio de valor para criticar a alguien cara a cara, muchas personas relacionan la critica con el valor y emiten juicios sentenciosos que lo abarcan todo, en vez de ajustarse a la critica concreta, mucho menor, que deseaban hacer.
Criticar el hecho, no a la persona. Separe a la persona del hecho en cuestión, y procure entender bien en que consiste ese hecho. No basta decir: “Me esta sacando de mis casillas”. Identifique con precisión el problema de conducta específico que desea ayudar a corregir. Si es el hábito de interrumpir, limítese usted a criticar ese hábito. Dado que en general la gente cambia solo un aspecto de su conducta a la vez, lo mejor es limitar la crítica a un solo objetivo.
Identifique el porqué de la crítica. Concretamente, ¿Qué acarrea esta conducta? ¿Antagonismo? ¿Pedida de tiempo? Asegúrese de que lo sabe, pues se trata del motivo básico de la crítica. Y explique como brindará ayuda.
Identifíquese con la persona a quien censura. Hable en primera persona tanto como sea posible. Es útil dar la opinión en estos términos: "Cuando tu haces esto, siento……”.
Elija el momento y el lugar oportuno. Es casi seguro que aun la mas acertada critica sera mal recibida se hace en el momento mismo en que el esposo traspone el umbral al regresar del trabajo, o poco antes de que un empleado salga de vacaciones.
Ejerza la crítica sin dejar de apreciar las cualidades del criticado. Si censura usted a una persona porque esta suele interrumpir constantemente, procure explicarle también cuan valiosas son sus ideas y su información.
Es recomendable que ninguna critica conste de mas de tres o cuatro aserciones, incluyendo la expresión inicial de un deseo: “Quisieras que telefonearas cuando piensas llegar tarde (deseo). Cuando no lo haces me preocupa que algo te haya ocurrido (efecto). Si avisas cuando sabes que vas a llegar tarde, puedo posponer la cena (incentivo y aclaración de cómo ayudará usted)”. Casi siempre, la mayoría de nosotros reaccionamos positivamente a esta conducta.
Quienes aprenden estas técnicas básicas para mejorar su manera de criticar y de reaccionar frente a las críticas parecen vivir sin las perturbaciones emocionales que afectan a tanta gente. Son personas que están convencidas de que la critica puede ser un instrumento positivo… ¡Y así funciona, en realidad!
