Siempre que se tiene la necesidad de cambiar los cartuchos de tinta de la impresora nos tocamos la bolsa para decidir de cuales compramos, originales o recargados.
Los fabricantes advierten en su publicidad y consejos que los cartuchos recargados dañan irreversiblemente la impresora y que solamente los cartuchos originales son los que deberíamos usar, pero partiendo del hecho de que ellos a eso se dedican, no tanto a la venta de impresoras sino a sus consumibles, como que dicha recomendación deja de tener cierta validez.
Algo que debemos considerar para tomar una buena decisión -si lo que pensamos es hacerle caso a nuestro bolsillo- es la experiencia y conocimientos que debe tener el proveedor que vamos a seleccionar.
Lo que se debe saber del candidato a seleccionar sería lo siguiente:
1.- Se pueden recargar sin hacer daño a la impresora los cartuchos que incluyen la cabeza impresora? Si el cartucho fuese mal recargado, lo que perderíamos seria solo eso, sin afectar a la impresora.
2.- El personal debe tener experiencia en la recarga pues es importante hacerlo con la tinta adecuada y con el volumen similar al original. Una persona inexperta puede rellenar exageradamente el cartucho ahogando de tinta a la impresora o puede rellenar insuficiente cantidad de tinta.
3.- Toman en cuenta la reprogramación del chip del cartucho, ese que los fabricantes incluyen para evitar la recarga doméstica? Si no saben reprogramarlo, o no tienen los aparatos para hacerlo, la impresora no reconocerá que se le esta poniendo un cartucho lleno, pues el chip le indica nivel de tinta bajo, o sea, como estaba antes de recargar el cartucho. Lo anterior es aplicable solo a los cartuchos con tintas de color.
Consideraciones para que un cartucho sea candidato a recargar.
-El cartucho debe ser recargado antes de agotarse la tinta, es decir, cuando empiezan a mostrarse líneas pálidas en la impresión.
-No seguir imprimiendo hasta que se acabe la ultima gota, el chip de reprogramación puede quemarse pues el bajo nivel de tinta no puede refrescar la boquilla de salida.
-No guardar el cartucho para recargarlo mucho tiempo después, la tinta que queda en los orificios de la boquilla puede cristalizarse echando a perder el cartucho.
Es importante señalar que las impresoras de cabeza de impresión fija, son propensas a sufrir daños cuando el cartucho se recarga con tinta genérica y la reparación -si la tiene- es costosa.
Por ultimo, hay quienes gustan de hacer recargas manuales, de tinta negra, con jeringa, a pesar de ser sencillo, esto no es recomendable, ya que se debe de considerar que deben recargarse con el volumen de tinta adecuado y dejarse en reposo lo suficiente antes de colocarlos en la máquina pues de lo contrario los resultados podrían ser muy desagradables.
