La vida es una serie de circunstancias,
en las que a veces no se tiene ningún control.
Pero eso no significa 
que eres una marioneta 
manejada por los hilos
de lo inesperado y del azar.
Siempre tendrás a tu alcance, 
el poder de la decisión, 
el aceptar o negar.
Aprenderás 
atinando o fallando, 
de lo malo y de lo bueno.
Pero... no se vale que te arrastres
cuando ya andas de pie, 
o que pierdas dignidad 
por un precio irrisorio, 
porque de ser así, 
te odiarás toda la vida.
Cualquier meta que uno se imponga 
tiene un precio, 
y cuanto más alta ésta sea, 
mas será el precio que hay que pagar.
Sólo ten presente, 
que siempre tendrás que luchar 
para que lo más sagrado de ti, 
no lo cotizen...
y esto es:
¡Tus Sentimientos!

