¿Será que siempre buscamos lo que nunca hemos tenido?. Alguna vez mi padre me dijo: "los amigos se cuentan con los dedos de las manos y muchas veces hasta sobran".
De ahí que me pregunto siempre "¿Quiénes son mis verdaderos amigos?"
Acaso he de desconfiar de todo al que he conocido? No sé, ¿Cómo saber quiénes son mis amigos?
Serán acaso aquellos que me llaman para salir conmigo, o aquellos que me despiertan cuando estoy dormido?.
¿Los que me apoyan cuando estoy afligido, o los que me hacen ver mis errores, aunque no sea lo que yo he querido?.
¿Los que me felicitan en mi cumpleaños y celebran conmigo toda la noche, o los que con una simple llamada me hacen sentir vivo?.
Los que están incondicionalmente ahí cuando los necesito, o los que a pesar de su ausencia son los que más me han querido?.
¿Serán aquéllos a los que les cuento mis amores en secreto, o con los que alardeo de conquistas sin fundamentos?.
¿Los que me dicen que todo está bién, o los que me dan la contra y lo malo me hacen ver?.
¿Los que me prestan dinero cuando lo necesito, o los que me lo niegan porque saben su destino?.
¿Los que al verme me saludan con un gran abrazo, o los que me reciben con una sonrisa y un sincero apretón de manos?.
¿Los que me cuentan sobre todo lo que les pregunto, o los que sin pedirlo lloran conmigo por lo que les ha sucedido?.
¿Los que me dicen que me quieren, o los que con una sonrisa transmiten más de lo que pueden?.
¿Con los que nunca peleo, o con los que a veces riño?.
La verdad es que puede haber muchas clases de amigos, pero solamente cuento en mis manos a los que aún conociendo mis sentimientos, mis pensamientos, mis fantasías, mis alegrías, mis éxitos y mis fracasos, confían en mí y sobre todo me aceptan como soy, sin cuestionamientos, ni reproches, simplemente se limitan a decir: "Ésa que va allí es mi AMIGO".