lunes, 1 de febrero de 2010

Si Quieres ser Tu Mismo No Dejes que te Manipulen

En dias pasados, en una tienda, un pequeño, de apenas cinco años, ve un camión de juguete. Le pregunta a su madre:
-¿Puedo quedarme con este camión?
-Ahora, no, le contesta.
El niño llora y patalea haciendo un enorme berrinche.
-¡Nunca me compras nada! -grita-,
-¡Bueno, está bien! -acepta la madre-, pero solo por esta vez.
La señora termina por comprarle el camión al niño.

Esta escena me demostró que el niño esta acostumbrado a conseguir lo que desea de esa manera. Ha aprendido a ejercer presión emocional para manipular a su madre. Como sus maniobras le dan buenos resultados, se refuerza esta conducta manipuladora…. y la pondrá en práctica muchas veces.

Si un niño de cinco años puede manipular a los demás al descubrir sus debilidades, ¡imagínese usted lo que hará un adulto astuto! Pues bien, el proceso funciona así:

En cuanto descubre la vulnerabilidad emocional, casi siempre tanteando a la persona, el manipulador explota este conocimiento para provocar nuestras emociones y crear así una presión interna. De este modo, perdemos objetividad y tomamos decisiones destinadas a apaciguar a quien ha originado la presión… en vez de hacer lo correcto. Después nos sentimos manipulados. Si logramos, en cambio, identificar y aminorar nuestras debilidades, ejerceremos un mayor control de la situación y nuestras relaciones interpersonales mejorarán.

Para ayudar a cerrar las fisuras de su coraza emocional, considere esta lista de de vulnerabilidades:

1.- Se siente usted culpable. Inducir al sentimiento de culpa es la mas común forma de la manipulación. Los mártires suelen ser maestros en esta modalidad del chantaje emocional.

2.- Teme los conflictos y el enojo. Muchos hombres y mujeres inseguros aceptan casi cualquier cosa por evitar una disputa. A veces, su vida familiar durante su niñez estuvo tan plagada de conflictos entre los progenitores, que la persona ya ha aprendido a esquivar toda clase de desavenencias. En otros casos, los padres ocultan tan cuidadosamente cualquier conflicto entre ellos, que sus hijos crecen con ideas poco realistas acerca de lo que es una buena relación interpersonal.

3.- Siempre se deja usted embaucar con historias de mala suerte. Algunas personas se vuelven expertas en el juego de “¡Pobre de mi!”. Así enganchan a otros para que los compadezcan y cuiden de su bienestar. Cuando se vea ante esta clase de manipuladores, pregúntese: ¿Estará, esta persona, jugando con mis emociones?, ¿Cómo puedo ayudar para ayudarle a que se ayude a sí mismo?

Las lágrimas constituyen también una táctica muy socorrida. Los niños pueden llorar o dejar de hacerlo a voluntad, como si abrieran o cerraran un grifo, y esgrimen selectivamente las lágrimas contra el más vulnerable de sus progenitores cuando llega la ocasión. (Y no olvide que también algunos adultos pueden llorar a voluntad).

4.- Cede usted a la adulación. Cuando un niño esta apunto de ser castigado, exterioriza a sus padres un amor indestructible, con fuertes abrazos y empalagosos besos. Sus padres se enternecen, y el niño se sale con la suya impune,. Tretas similares se practican en las relaciones entre adultos. La adulación distorsiona nuestras percepciones y nos incita a ser complacientes.

5.- Teme que lo desaprueben. Asombra comprobar cuantas personas inteligentes y perspicaces no soportan ni pensar en que alguien no las quiera. Por eso, se rinden. Estos adultos ajenos a la realidad no han aprendido que el precio de su aprobación por parte de los demás es el respeto por sí mismo y el que inspiren a los demás.

6.- Siente usted inseguridad en su papel. En un papel determinado (de padre, gerente o supervisor), tiene usted ciertas responsabilidades, prerrogativas y limitaciones. Alguien que por lo general pide algo injusto o improcedente profiere acusaciones (“Yo le soy antipático”) o amenazas (“Se lo diré al jefe”). Quien es objeto de estas amenazas se siente inseguro en su papel, asignado y bien definido, y cede a la presión.

7.-No soporta usted el distanciamiento. En este caso, las respuestas del manipulador monosílabos. Al paso del tiempo, la sensación de ser rechazado se ahonda en la persona. Para afrontar este complot de dominio, no participe en él; presione a quien se muestra de mal talante para que termine el juego, y atienda usted sus labores como de costumbre.

8.- Tiene usted miedo de ser diferente. En este sentimiento predomina la sensación de que, si es usted diferente de los demás, está mal en algún aspecto. Pero deben considerarse dos hechos: primero, lo que todo mundo hace no es necesariamente lo correcto; segundo, cuando su principal marco de referencia son otras personas, pierde usted la capacidad de definir sus propios valores y vivir con apego a ellos.

Para mitigar la vulnerabilidad, piense usted en aquellas ocasiones en que ha cedido ante los demás o se ha sentido objeto de manipuleo. ¿Qué sentimientos han predominado? ¿Qué hicieron o dijeron las otras personas que hizo aflorar sus emociones? ¿Quién, en particular, suele suscitar en usted tales sentimientos?

Una vez que identifique con precisión las situaciones, personas y emociones que influyen en sus decisiones, puede usted poner en práctica dos estrategias para evitar que lo manipulen. Lo mejor consiste en resolver el problema subyacente a su vulnerabilidad. Puede definir su papel en una situación determinada para qu nadie logre hacerle sentir inseguridad. Puede, también, determinar lo que se debe a sí mismo, de modo que los demás no consigan que usted se sienta egoísta.

Aunque no pueda suprimir por completo su vulnerabilidad, hay otros recursos para resistir la manipulación. Reconozca bien los sentimientos que redunden en que se aprovechen de usted, de tal manera que, cuando aparezcan, sepa usted que debe actuar con cautela. Por ejemplo: si tiende usted a sentirse culpable, cualquier sensación de culpabilidad debe ponerle sobre aviso. Haga lo que sea necesario para evitar que lo manipulen a pesar de sus sentimientos.

Al superar en astucia a los manipuladores, recobrará usted el control de la situación, y sus decisiones reflejaran lo que le conviene hacer..

Esto le hará sentirse bien, y los demás aprenderán a tenerle respeto. Es interesante observar que aquellos que son manipulados con facilidad suelen contar con el afecto, mas no con el respeto, de l os demás. Sus esfuerzos por subsanar sus deficiencias emocionales le permitirán poner los cimientos del respeto y la aceptación de su persona.



Fuente: The Art of Manipulating People

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