El hipo es una irritación de los nervios que llegan hasta el diafragma por la cual éste se contrae y produce una brusca toma de aire que culmina en un ruido seco de las cuerdas vocales.
El diafragma casi siempre funciona correctamente. Desciende cuando se inhala para ayudar a llevar aire a los pulmones y sube cuando se exhala para poder expulsar el aire de los pulmones. Sin embargo, a veces el diafragma se irrita y cuando esto sucede, sube de manera brusca y hace que la respiración sea diferente de lo normal. Cuando esta respiración irregular llega a la laringe, se produce el hipo.
Su denominación médica es singulto. El brusco flujo de aire dentro de los pulmones causa que la epiglotis se cierre, creando el "hic".
Todos conocemos los típicos remedios de la abuela para combatir el hipo: beber un vaso de agua con una cuchara dentro, beber sorbiendo, aguantar la respiración, ponerse un poco de sal en la lengua… y cómo no, pegar un buen susto.
Pues según la revista New Scientist la única forma científica de eliminar este molesto síntoma es respirar dióxido de carbono. Un modo de hacerlo es coger una bolsa de papel y respirar dentro de ella. Se toma la bolsa, con ella se tapa la boca y la nariz y se respira dentro de ella. A las pocas inspiraciones/expiraciones el hipo se ha acabado.