En Los Angeles, California, se impartía un curso de equitación con fines terapéuticos, llamado "Avante, a caballo".
Cierta vez asistí a una exhibición en la que tomaron parte niños de diversas edades, cuyos impedimentos físicos eran de varios tipos.
El mas pequeño, que llevaba aparatos ortopédicos en las piernas, montó un enorme caballo, mientras un joven voluntario caminaba a su lado.
Me impresionó la delicadeza con que el muchacho trataba tanto al niño como al animal.
Con paso majestuoso, el caballo dio una vuelta por la pista, hasta que se detuvo y se quedó inmóvil como una estatua. El joven ayudó al niño a desmontar, pero en vez de llevarlo de inmediato a su silla de ruedas, lo dejo de pie. Entonces el pequeño dio tres pasos para acercarse al corcel, que seguía inmóvil. Fue un momento muy emotivo. Poco después, el voluntario me dijo que esos habían sido los primeros pasos de la criatura en toda su vida.
Acaricié al animal, le dije que él también se había portado muy bien. El voluntario nos presentó.
-Se llama "Desafió"- me explico sonriente, es el mejor de los maestros.
Los niños se identifican con él porque, igual que todos ellos, esta luchando por vencer un impedimento. Es ciego, ¿sabe usted?
Fuente Original: Betty White In Person (Doubleday)