La cantante y compositora Carly Simon, que desde niña sufre un penoso tartamudeo, era una de las figuras de la música popular que mayor pánico escénico han padecido. En cada presentación en publico tenia que hacer acopio de toda su fortaleza. Pero una vez, durante una actuación en público -en 1981- se desplomó por completo presa de palpitaciones. A ello siguieron siete años difíciles, durante los cuales su carrera se vino a pique. "Perdí mi auto estima", explica.