Hay ocasiones en que nuestra falta de éxito nos frustra y nos aleja de la realidad. En vez de intentar cosas nuevas buscamos pretextos que justifiquen nuestra mediocridad. Inclusive hay quienes disfrutan mas el buscar justificantes que el intentar encontrar soluciones.
Es claro que no todo es fácil en la vida, que hay que luchar -y mucho- para conseguir lo deseado; pero cuando el esfuerzo es grande y no se consigue lo que queremos, siempre nos quedará la experiencia de todo lo que se hizo en el intento, la cual, en muchas ocasiones, es mucho mejor que el logro en sí.