Cuantas veces, por estar atados al pasado, el avance se hace muy lento y a veces imposible; nos aferramos a recuerdos que no nos dejan salir de donde estamos y la tristeza nos agobia y nos obstruye el camino para seguir adelante.
Es doloroso dejar un lindo pasado, pero si ha llegado el momento de dejarlo, hay que hacerlo y para ello lo mejor es dejar solo el recuerdo pero nunca mirar para atrás.
Sin Mirar para atrás...
Hace mucho tiempo vivía en Tracia un cantor llamado Orfeo. Su canto era tan hermoso que los animales acudían a oírlo. Se dice que también era capaz de acallar una tempestad y apaciguar las olas con sus melodías.