¿Has notado como muchos de nosotros decimos con asombro “que rápido se fue este año”?
El tiempo paso volando, porque vivimos ocupados y preocupados. Nuestras mentes no descansan. Nos cuesta mucho trabajo hacer una pausa y disfrutar el momento presente.
Hace unos meses, en la víspera de un viaje a Sudamérica, mi hija de dieciséis años me invitó a tomar un café a solas. Yo, en realidad no podía darme ese lujo porque estaba trabajando en una enorme lista de asuntos pendientes, casi todos de urgencia, pero como tampoco fui capaz de rechazar la invitación de mi pequeña, pensé para mis adentros qe tomaría el café con ella rápido y continuaría con mi lista.