Hace un tiempo, mi madre ayudó a una persona que decía haber sido víctima de los ladrones. Esta persona, hablando un idioma indígena, afirmó estar sin nada para comer, ni en donde pasar la noche.
Mi madre le dío de comer y algo de dinero para que pudiera pasar la noche en algun lugar de hospedaje y luego se fue.
Días después, nos enteramos por las noticias que esta "indigente" era en realidad una sinverguenza muy creativa, que fingía no hablar bien el español y su pobreza para abusar de la buena fe de las personas.
Al oir la noticia mi madre -despues de reflexionar un poco- solo comento: "eso no me impedirá seguir ayudando a quien pueda".