Los celos son solo el indicio claro del temor de no valer nada como persona. Los celos buscan prueba de que otros, y no uno, son quienes serán preferidos y recompensados.
Y solo existe una alternativa a este sentimiento: la autoestima. Si no se es capaz de amarse a si mismo, no se podrá creer en que se es digno de amar y ser amado. Se considerara siempre que se trata de un error, o que ese amor ha sido obra de la suerte.