El ser sumiso es tener una expresión débil, indirecta o nula de las propias ideas o sentimientos que al no responder a los requerimientos de la situación interpersonal que se enfrenta permiten que se violen los derechos de la propia persona.,
Cuando falta respeto por las necesidades y derechos de uno mismo, la comunicación que ejercemos normalmente es débil en relación con la fuerza que deberíamos manifestar.
Callamos las cosas o las decimos a medias y con timidez, indirectamente, andamos por las ramas, como esperando a que nos adivinen, no somos claros y preferimos ceder. Aun cuando vehementemente deseamos decir nuestro verdadero sentir y pensar, el temor nos gana y elegimos evitar o posponer el conflicto.
Características de una personalidad sumisa:
-Tener dificultad para rehusar una petición o para resistir presiones.