Una vez un hombre se lastimó una pierna. Y para poder caminar tuvo que usar una muleta. Esta muleta le resultaba muy útil, tanto para caminar como para muchas otras cosas.
Enseñó a toda su familia a usar muletas, transformándose pronto en un objeto utilizado en la vida diaria. Pronto llego a ser parte de la ambición de todos el llegar a poseer una muleta. Algunas estaban hechas de marfil, otras adornadas con oro. Se abrieron escuelas para enseñar su uso; fueron creadas cátedras para ocuparse de los aspectos superiores de esta ciencia.