Algunos de nuestros mejores y mas talentosos jóvenes, después de atravesar el desierto moral de las escuelas laicas, están inventando nuevas religiones.
La de más reciente cuño es la doctrina de la Nueva Era.
Sus adeptos, los yuppies, creen en la reencarnación, en la astrología, en los poderes milagrosos del cristal de cuarzo y en los médiums que sirven como transmisores de voces que proceden de hace siglos.
Tales doctrinas tienen como principios fundamentales la negación de la existencia de Dios, y la convicción de que dependemos de nuestras propias fuerzas.