No siempre en la vida todo es felicidad. Hay momentos duros y difíciles, ásperos y obscuros; pero es en esos momentos donde verdaderamente se aprende el valor de las cosas.
En una víspera de Navidad, un exitoso hombre de negocios se apuraba a llegar a la carnicería antes de que cerraran.
¿Va a comprar su pavo de Navidad? – preguntó un amigo.
No. Hot dogs – respondió el hombre.
Después explicó cómo, años atrás, un fracaso rotundo en sus negocios le había quitado toda su fortuna. Había tenido que enfrentar la Navidad sin trabajo ni dinero para regalos, y con menos de un dólar para comprar comida.