Las personas tienden a ser persuadidas a actuar voluntariamente a favor de otra -aun en perjuicio de sí mismas- en cualquier tipo de ambiente.
El comportamiento de todas las personas está guiado -generalmente- por principios inconscientes y automáticos, los cuales nos ayudan a tomar decisiones efectivas y rápidas, asegurando asi nuestro bienestar personal como integrantes de grupos sociales; es decir, son inherentemente positivos.