La vanidad, la arrogancia y la sobervia son elementos que en ocasiones ciegan a las personas para saber mas.
Nunca es suficiente cuando de aprender se trata, nunca se sabe todo, nunca se deben despreciar las enseñanzas, por mas minimas que sean, por mas triviales que resulten ser para tu entender.
En cierta ocasión, un hombre de gran erudición, fue a visitar a un anciano que estaba considerado como un sabio. Llevaba la intención de declararse discípulo suyo y aprender de su conocimiento.