Cuantas veces hemos roto una dieta por la tentación de que tenemos a nuestro alcance -y disposición- un delicioso y suculento pudín; o también cuantas promesas de inicio de año las hemos dejado a los pocos días por no resistir la tentación del cigarrito, la copa, la cama, las levantadas tarde.
La Tentación es el principal enemigo de la fuerza de voluntad, ataca en el momento menos pensado presentado, para su aceptación un sin-numero de pretextos o justificaciones.
Esta fuertemente asociada con todo lo bueno, agradable, delicioso o placentero de la vida pero que, por desgracia, nos hace mal.
Dicen los expertos que en los inicios de nuestras vidas este elemento es fácilmente controlado, pero conforme nos vamos desarrollando y conociendo mas cosas de la vida su crecimiento llega a ser incontrolable.