El hablar de mas, el hacerlo impulsivamente, el querer quedar bien, el aparentar poderío, en muchas ocasiones es la causa de que se prometan cosas que -a la postre- no se van a poder cumplir.
Hay quienes prometen cosas que no van a cumplir; parecieran políticos en campaña. Lo que se olvida es que tarde o temprano sus promesas incumplidas quedarán al descubierto; y eso ante los amigos, compañeros de trabajo e incluso la familia, será la causa de que ya no crean en lo que dices. Se ha perdido credibilidad y eso, por lo general, trae conflictos en las relaciones con los demás.