La experiencia me ha enseñado que cuando alguien lucha por una causa difícil y tiene buenas razones para empeñarse en ello, por lo común acaba ganando. Esto lo he confirmado en más de una ocasión, por mas que me tilden de optimista.
Pesimista es quien estando a veces en lo correcto, aun así, no disfruta de ello. En cambio el optimista es aquel que ve el futuro como algo incierto.
El optimismo es una obligación porque, si uno imagina que el futuro es incierto, tiene que hacer algo para remediarlo.