Según todos los indicios, el pañuelo ha caído en desuso, victima de su remplazo por el omnipresente papel. Pero el pañuelo es algo más que un simple trozo de tela para limpiarse la nariz.
¿Acaso un rectángulo de papel ha servido alguna vez para hacer con él un torniquete en un caso de urgencia, o para que las damas se cubran la cabeza para asistir a un servicio religioso?
Cuando necesita usted algo con qué asirse para llevar una maleta pesada, o para dar vuelta a un tapón de botella mojado, ¿a qué recurre?