Seguramente ha habido ocasiones en que de pronto llega a tu nariz un olor desagradable que involuntariamente te hace generar una serie de reflejos manifestando repulsión hacia algo.
Por lo general esta repulsión es originada por el olor percibido, pero no tan solo de esa manera podemos sentir esas sensaciones, también con la vista y el oído se pueden originar.
A este acto de repulsión, de rechazo, se le llama asco y la forma de manifestarlo es muy variada y característica.
El asco implica una respuesta de huida o de rechazo ante un objeto deteriorado o pasado. Acontecimientos físicos como comida u olores corporales, contaminación y sabores amargos y acontecimientos psicológicos como chistes de mal gusto y los valores morales repugnantes activan impulsos de repudio y la emoción de asco.
El asco es una emoción que mantiene y promueve la salud. La anticipación de una sensación de asco además anima a la persona a conservar un entorno sanitario: limpiar los platos, los dientes, ducharse.
Un disgusto extremo se expresa por movimientos de la boca semejantes a los que preparan el acto del vómito. La boca se abre de par en par, el labio superior se retrae enérgicamente, las partes laterales de la nariz se arrugan, el labio inferior se baja y se dobla hacia fuera tanto como es posible.
La manera más ordinaria de manifestar el desprecio consiste en ciertos movimientos de las regiones nasal y bucal. Estos últimos, cuando son muy pronunciados, anuncian el disgusto. La nariz se eleva a veces un poco, lo que proviene, sin duda, de la ascensión del labio superior.
Otras veces el movimiento se reduce a una simple plegadura de la piel de la nariz. Al mismo tiempo se eleva la nariz. Aparentamos dar así a entender al individuo que le desdeñamos porque huele mal, de igual modo que le significamos que no es digno de atraer nuestra mirada cuando cerramos a medias los ojos o apartamos de él la cabeza.
El desprecio y el disgusto parecen expresarse casi universalmente con el acto de escupir, que representa evidentemente la expulsión de cualquier objeto repugnante fuera de la cavidad bucal.
Fuente: Notes on Emotions
Fuente: Notes on Emotions