Contrario a lo que podría esperarse, recuerdo con especial satisfacción las experiencias que, en su momento, me parecieron particularmente desoladoras y dolorosas.
En realidad, todo lo que he aprendido, todo lo que en verdad ha ennoblecido y dado luz a mi existencia, me ha llegado a través de la aflicción, y no de la felicidad .
Si algún día nos fuera dado eliminar la aflicción de nuestra existencia, el resultado no seria una vida deliciosa, sino una existencia insoportablemente trivial.
-Malcolm Muggeridge, en A Twentieth Century Testimony