jueves, 21 de octubre de 2010

Educando con sabiduria


No siempre se puede predicar con el ejemplo. Hay acciones que se deben castigar para que no se repitan. Pero, es el castigo la mejor enseñanza?
Durante una de las clases del maestro zen Bankei, un alumno fue descubierto robando. Todos los alumnos pidieron la expulsión del alumno, pero Bankei no hizo nada.

A la semana siguiente, el mismo alumno volvió a robar. Irritados, los demás exigieron que el ladrón fuera castigado.

-Hay que ver lo sabios que sois –dijo Bankei-. Sabéis lo que es correcto y lo que está equivocado, por lo que podéis estudiar en cualquier otro lugar. Pero este pobre hermano, que no sabe diferenciar lo que está bien de lo que está mal, sólo me tiene a mí para que le enseñe. Y voy a continuar haciéndolo.

Un torrente de lágrimas purificó el rostro del ladrón. El deseo de robar había desaparecido.
Related Posts with Thumbnails