Nunca es tarde para la voluntad
cuando a la voluntad le da la real gana de querer.
¿Que hay que esperar? Se espera.
¿Que hay que machacar? Se machaca
¿Que tiene uno muchos años? Nunca es tarde mientras vivamos.
Siempre hay tiempo de rectificar.
Siempre queda mañana para ser mejores.
Socrates sigue dialogando con sus discípulos
como si tal cosa al pie de la muerte.
San Ignacio de Loyola, ya maduro,
se sienta entre los estudiantes
porque necesita y quiere aprender.
¿Es que de antemano nos declaramos vencidos?
Hoy he fracasado.
Hoy he perdido el tiempo.
Hoy he estado insoportable con mis semejantes.
Pero, no me conformo.
¡Ya verán ustedes mañana!
¿y.... porqué mañana?
¡Ahora mismo!