"Cuando empecé a abrirme paso en la vida, lo único que deseaba era ser futbolista", relataba Jack Kemp, que fue jugador profesional durante 13 años.
Kemp, excelente deportista y buen político nunca olvidó como lo alentó Payton Jordan, su entrenador en la Universidad Occidental en Los Angeles, California.
El entrenador me convocó a su oficina y me dijo: " Creo que, de todos los integrantes del equipo, eres el único que tiene capacidad para triunfar. Quiero que trabajes como si fueras un jugador de futbol profesional".
Cuando salí de su oficina, hubiera sido capaz de atravesar una pared de ladrillos para complacer al entrenador Jordan.
Varios años después, en una reunión, me enteré de que les había dicho lo mismo a todos mis compañeros.
¡Como me enojé! Pero solo por un instante. En seguida comprendí que Jordan había logrado que cada uno de nosotros fuera un poco mejor; nos había ayudado a luchar con mas ahinco para que aprovecháramos nuestro potencial.