La historia que les traigo a continuación viene en un libro que estoy leyendo y que resulta muy interesante, el libro se titula El Impulso Irracional escrito por Ori y Rom Brafman, me lo regalaron hace tiempo pero por diversos motivos no le había prestado atención.
Los autores analizan, a partir de casos reales, una amplia variedad de conductas irracionales, e indican al lector el mejor modo de evitar ese impulso que, con frecuencia, nos conduce hacia un comportamiento ilógico y absurdo, opuesto al sentido común.
Recurriendo a investigación de vanguardia en los campos de la psicología social, la economía conductual y la conducta organizacional, los autores analizan las diversas fuerzas que influyen en nuestra vida personal y profesional y determinan comportamientos incompatibles con la razón:
-La tendencia a hacer todo lo posible para evitar aquello que es percibido como un perjuicio.
-La incapacidad para reconsiderar nuestros juicios iniciales sobre personas y situaciones.
-La inclinación a asumir características que se nos han asignado de manera arbitraria.
Algo de los autores:
Ori Brafman es un renombrado experto en organizaciones y conferenciante habitual ante auditorios de Fortune 500, el Gobierno Estadounidense y el Ejército. Licenciado por la Stanford Business School, es coautor de La araña y la estrella de mar. Vive en San Francisco.
Rom Brafman, doctor en psicología, ha impartido clases en la universidad sobre personalidad y crecimiento personal; actualmente su campo de investigación se centra en las dinámicas de las relaciones interpersonales.
Enseguida la historia:
Cuentan que un profesor de una de las más prestigiosas facultades de management de los Estados Unidos recibe a sus alumnos con una propuesta sorprendente: una subasta de un billete de 20 dólares pujando de dolar en dolar, el cual como es obvio inicialmente a todos vale exactamente eso, 20 dólares.
La subasta, eso sí, tiene una condición que la hace realmente especial: tanto la puja ganadora como la segunda han de pagar su importe.
Si bien la subasta comienza con decenas de manos levantadas, cuando se llega a una cantidad de entre 10 y 16 dólares la subasta se centra exclusivamente en dos personas, las cuales se dan cuenta de que se han metido en una trampa, pero lejos de parar y reconocer las pérdidas prosiguen el juego.
El efecto es similar al de los nudos trampa o las arenas movedizas: cuanto más tiras o te mueves, más entras en la trampa.
Esta demostración de nuestra irracionalidad en forma de incapacidad para aceptar una pérdida tiene como récord una subasta en la que se llegó a pujar por el billete a cambio de 204 dólares + 203 del segundo, totalizando una pérdida conjunta de 407-20=387 dólares!
Fuente: Libro El Impulso Irracional.