Hay ocasiones en que al volver la vista atrás encontramos cosas de las que nos arrepentimos, que seguramente cambiaron el destino de nuestra vida. Que pasaría si de pronto se nos diera la oportunidad de corregir esos errores cometidos?
Malba Tahan cuenta la historia de un hombre que encontró un ángel en el desierto, y le dio agua.
-Soy el ángel de la muerte y he venido a buscarte- dijo el ángel -. Pero como has sido bondadoso, voy a dejarte prestado el Libro del Destino durante cinco minutos. Puedes alterar lo que quieras en él.
El ángel le entregó el libro. Al hojear sus páginas, el hombre fue leyendo la vida de sus vecinos. No le gustó lo que vio: “Estas personas no se merecen cosas tan buenas”, pensó. Pluma en mano, se dedicó a empeorar la vida de cada uno de ellos.
Por último, llegó a la página de su destino. Leyó su trágico final y, cuando se disponía a cambiarlo, el libro desapareció. Los cinco minutos ya habían concluido.
En ese mismo instante, el ángel se llevó el alma de aquel hombre.